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Monday, September 01, 2008

La Real Academia ingresa en Javier Marías

El ingreso de un pseudoescritor y pseudointelectual como Javier Marías, en la Real Academia Española de la Lengua, constituye la gran infamia que culmina la serie de ellas que ha venido cometiendo, durante los últimos años, el director –morganático- de la misma, Víctor García de la Concha. Aquella prestigiosa institución que velaba por la pureza del castellano y en la que los miembros, la mayoría especialistas en Filología y Lingüística, apenas cobraban unos simbólicos céntimos, se ha convertido bajo su dirección en un club social y en una editorial comercial, donde los académicos cobran suculentas pagas y donde abundan los que hoy se llaman escritores mediáticos. La pena, en este punto, es que, para ser del todo justo, tenga uno que reconocer que la cuesta bajo de la RAE se inició en tiempos de su predecesor, Fernando Lázaro Carreter, que ese sí era un competente filólogo. Para una total intelección de la conducta de unos y de otros, no hay más remedio que aludir a la influencia tremenda que ha tenido sobre la Academia, como sobre las editoriales, las revistas literarias, los suplementos culturales de los diarios y las personas relacionadas con todos ellos, el imperio industrial-cultural que fundara Jesús Polanco.

Para el desarrollo de las editoriales concebidas como piezas del engranaje de una industria que persigue, como todas las industrias, ganar dinero, dotar a los productores de libros –novelistas, los llaman ellos- de brillo mediático, mediante la publicidad directa o subliminal, la consecución de nombramientos como el de académico o de alguno de esos llamado premios literarios, que en realidad forman parte de las operaciones de marketing, resultaba fundamental. Viniendo al terreno que hoy nos interesa, tenemos que recordar que, uno tras otro, han ido entrando en la "docta casa" escritores mediocres, pero de PRISA, como Antonio Muñoz Molina, Arturo Pérez Reverte, Álvaro Pombo, Luis Mateo Díez y, para colmo, el más incompetente de todos junto a Javier Marías, Juan Luis Cebrián, consejero delegado de la mencionada empresa, absolutamente incapacitado para juntar dos letras, y para colar al cual se llegó a dejar en la cuneta a aquel extraordinario fonólogo y lingüista que era don Antonio Quilis y a José Luis Castillo Puche, uno de los dos o tres mejores novelistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Según se comenta, ya esperan turno otros prisanos como Eduardo Mendoza, Manuel Vicent, Juan José Millás, Almudena Grandes, Rosa Montero, etc., que, lógicamente, tirarán de otros más hasta que, como en la preciosa novela de Chesterton, El hombre que fue jueves, ocurre con los gansters, toda la cúpula de las letras españolas esté constituida por analfabetos. El último en entrar, como saben, es Javier Marías

Javier Marías no es que sea un mal escritor. Javier Marías, sencillamente, no es escritor. Al decir esto, ya se ve que le niego todo. Pero me interesa subrayar que, muy especialmente, no es novelista, por mucho que se haya atrevido, en su discurso de ingreso en la degradada Academia, a divagar sobre la novela. Aunque su lenguaje fuese correcto, seguiría estando totalmente negado para la composición novelística.

Los críticos del Círculo de Fuencarral, que trabajan en el Centro de Documentación de la Novela Española, editor de La Fiera Literaria y los Cuadernos de Crítica, han publicado seis de estos últimos sobre otras tantas "novelas" del nuevo inmortal –Todas las almas, Travesía del horizonte, El hombre sentimental, Mañana en la batalla piensa en mí, Corazón tan blanco, Negra espalda del tiempo-, más un ensayo titulado Javier Marías, una estafa editorial, mediante los cuales han mostrado y demostrado que el desde hace unos días encargado de vigilar el buen uso de la lengua en que escribieron Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Fray Luis de León, Baltasar Gracián, Gustavo Adolfo Bécquer, Leopoldo Alas, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, etc. etc., ignora el significado de cientos de palabras y expresiones, –cientos, he escrito-, no sabe puntuar, destroza continuamente la sintaxis, confunde la función del adjetivo y el adverbio, carece en absoluto de elegancia y estilo, se muestra absolutamente torpe a la hora de expresar lo que pretende expresar, pregona una zafiedad intelectual ofensiva para la inteligencia del lector, utiliza un lenguaje que podríamos calificar muchas veces de administrativo, su dicción, cuando no es absolutamente desastrosa, es vulgar, a base de frases hechas, lugares comunes, tópicos y enunciados de valores entendidos… Con lo que entramos ya en el ámbito conceptual o del contenido, en el que su profundidad, así como su sentido de lo poético, son absolutamente nulos. Ninguno de los textos de Marías está impregnado de literariedad., aparte de que ignora por completo lo que es un argumento y una trama, y que la novela es, como decía Andrés Bosch, vida posible fingida, enriquecida en los escritores de verdad, añado, por una concepción del mundo y una teoría estético-literaria. Alguna vez he llamado la atención, sin negar por supuesto la legitimidad del relato en primera persona, sobre el hecho de que Marías los ha escrito todos así, ni más ni menos, según creo haber demostrado, que por su incapacidad para levantar un segundo mundo, objetiva y fenomenológicamente descrito, como es la "obligación" del novelista.

No hablemos ya, por tanto, en el caso de sus presuntas novelas, de organización de la materia, de tiempo, espacio, alusiones, elusiones, estructura, punto de vista, perspectivismo, valores estéticos, extrañamiento, forma de presentación de la realidad, etc., que son conceptos cuya consistencia sin duda ignora. Tampoco sabe diseñar personajes, porque, aunque sus libros están repletos de nombres, no son más que eso, nombres. Diseñar un personaje requiere una labor descriptiva mucho más compleja que la de simplemente nombrar, y la aplicación de otra ciencia, como es la psicología. Desde la primera página de cualquiera de sus pseudonovelas, constituidas por ende por un conjunto de digresiones sin el menor interés, en las que resalta el desmedido culto a sí mismo que practica, resalta llamativamente la torpeza expresiva, el chirriar de la impotencia en que naufraga continuamente, su pobreza de ideas, su abrumadora reiteración de unas pocas superficialidades, su siempre inoportuna pedantería… Por supuesto, Marías, que, curiosamente, ha sido incapaz de aprender a conducir y a utilizar el ordenador -¿no resulta revelador?- carece de sentido del humor, aunque sus panegiristas se lo atribuyan, y también –es casi lo mismo- de ésas que podríamos llamar "ocurrencias": esas formas de descripción, definición o adjetivación insólitas que caracterizan al escritor de raza, y naturalmente, de capacidad de extrañar y de crear valores estéticos, es decir, de hacer literatura.

A propósito del ingreso de Juan Luis Cebrián en la misma corrupta institución, publicó Gabriel Albiac un demoledor artículo en El Mundo, que terminaba con esta rotunda sentencia: "Cebrián en la Academia, España en la mentira" En la mentira seguimos, quizá con nuevos adornos. Estando al tanto de la situación, apenas se leyera la información del acto de ingreso en la Academia del nene Marías, como algunos le llaman, en el matutino global de referencia, ya confesadamente no independiente, se advertía que claramente formaba parte de una merienda de blancos, la cual daba la razón a Valle Inclán cuando dijo, hace casi un siglo, que España es una deformación grotesca de la cultura europea. Sigue habiendo Pirineos.

M. Asensio Moreno



POSTDATA

Los atentados de Javier Marías contra la lengua y el pensamiento inteligente los solemos repartir en varios grupos:

-Torpes o incorrectas utilizaciones de adjetivos o adverbios

-Confusiones en el significado de muchas palabras.

-Repeticiones injustificadas.

-Pésimas, inelegantes e ininteligibles construcciones.

-Resbalones mentales

-Rasgos de lo que él cree humor.

Relacionamos a continuación algunas repeticiones, que constituyen, más o menos, la cuarta parte de las que tenemos fichadas.

Para abreviar, utilizaré las siguientes siglas: TA = Todas las almas; TH = Travesía del horizonte; HS = El hombre sentimental; CB = Corazón tan blanco; MB = Mañana en la batalla piensa en mí; NE = Negra espalda del tiempo.

Marías parece incapaz de escribir la primera persona del singular del presente de indicativo sin anteponerle el pronombre: Yo llegué, yo entré, yo ví, etc... Hasta media docena de veces en tres líneas.

TA 41.- "Pensé que pensaría en su hijo". TA 55.- "...una mirada mirando..."
TA 61.- "Al hacer este recorrido que hizo". TA 64.- "He sabido cuando supe".
TA 71.- "...es la persona a la que voy a preguntar... y cuando esté sentada le preguntaré". TA 143.- "me di cuenta de que era ella o así creí darme cuenta." TA 145.- "El olor de las zonas más olorosas".

TA 145.- "Las manos no comprenden las medidas que rebosan las manos", que además es incompresible. TA.- "Así iba yo pensando y pensé". TA 188.- "Ya ahora no estoy seguro de quererme marchar ahora".

TA 216.- "...supe más tarde que sucediera, sucedió cuando"... "Sólo cuando tuve edad para preguntarme...pude preguntar". TA 219.- "...sin atreverme a pensar, volví a pensar".

TA 220.- "Como si fuese yo quien las recordara... pero no es posible que las recuerde...me resulta imposible recordar. Sin embargo, recuerdo..." (además de la espantosa cuádruple repetición, obsérvese la contradicción: "me resulta imposible recordar. Sin embargo, recuerdo..."). Sigue el lío en la 224: "y aunque no lo comprendiera entonces ni lo recuerde ahora, creo recordarlo ahora". TA 224.- "Yo seguí pensando y pensé..."

TA 226.- "...y terminaran de caerse y caer al agua". TA 228.- "Nadie puede calentarlo y esta noche no lo ha calentado nadie". TA 229.- "...sin necesidad de mirarlo, vuelve a mirar".

TA 240:- "Me fui solo de Oxford por azar tan sólo". TA 241.- "...el cochecito de niño de mi niño nuevo".

HS 55.- "conocer a un desconocido". HS 78.- "De cuanto luego supe y he sabido".
HS 83.- "La visión que Natalia ve". HS 99.- "pensar mi pensamiento". HS 110.- "Hoy estaba previsto que en vez de estar...". HS 151.- "si lo determinante fuera que yo fuera". CB 12.- "...le hizo pensar...sin pensarlo...".

CB 15.- "el murmullo del grupo agrupado". CB 20.- "...al contraerse, los dos contrayentes..." CB 23.- "el sonido dormido de aquel con quien duerme". CB 23.-"alguno le dijo algo". CB 28.- "...le tira del talón que sobresalía bajo aquella tira". CB 34.- "Tuve la sensación de no hacerlo al hacerlo". CB 37.- "Nada de lo que sucede sucede porque nada sucede". CB 44.- "Debía pensar...lo que había pensado...lo mismo que yo pensaba".

CB 45.- "...no lo sabía por la imposibilidad de saber..." CB 50.- "...había pasado más tiempo del que yo pensaba, pensé". CB 53.- "...contemplando transcurrir el transcurrido tiempo".

CB 60.- "traductor para traducir". CB 61.- "interpretar a un intérprete". CB 61.- "Lo que el traductor traduce".CB 64.- "Estamos diciendo lo que se está diciendo". CB 80.- "a mano sólo la propia mano"

CB 83.- "Familiarizándose con mi familia". CB 83.-"ahora había una otomana donde no había otomana".

CB 92.- "un susurro que pudo no ser susurrado". CB 136.- "...pensar que en otro momento debía pensar en ella". CB 138.- "No sabía que no sabías..." CB 145.- "Le conté lo que me había contado".

CB 145.- "¿Por qué no le preguntaste?, me preguntó. CB 162.- "mi temporada de temporero".

CB 164.- "darse a conocer a desconocidos". CB 164.- "Yo la aconsejaba, aunque me sentía incapaz de aconsejarla". CB 168.- "le llegó la respuesta a su respuesta".
CB 176:- "No puedo darme a conocer a nadie desconocido". CB 179.- "...canción bailable que baila..."

CB 185.- "Me miró mirándome". CB 186.- "...al fijarme en la mano, le vi la alianza en el dedo anular de esa mano". CB 192.- "representante tan representativo".
CB 195.- "nada de lo que sucede sucede porque nada sucede". CB 197.- "...de haber mirado mirando..."

CB.- "Eso digo yo, había dicho yo". CB 206.- "Sin saber que ella sabía". CB 210:- "Dime, dije". CB 213.- "Se mira transcurrir el transcurrido tiempo". Aparte la horrible repetición, el tiempo no se puede mirar y... Si ya ha transcurrido, cómo va a verse transcurrir. CB 216.- "Me aterró el pensamiento y no quise pensarlo".

CB 226.- "Pensé que... y esto no lo pensé al azar sino pensando... aunque tampoco dejaba de pensar en ello". CB 235.- "el filo afilado". CB 274.- "La maldita seriedad, añadió seriamente". CB 280.- "y ya está hecho el hecho". CB 293.- "Y aunque no soy capaz de pensar... vuelvo a pensar".
CB 301.- "a mano sólo la propia mano". MB 11.- "Como suele suceder la primera vez que sucede".

MB 18.- "...a la mañana siguiente le esperaba trabajo, está en viaje breve de trabajo".
MB 60.- "...pensé, y así lo pensé... y sentí decepción al pensar..."
MB 61.- "Para seguir activos y actuar..." MB 71.- "...durante poco rato todo parece poco..." MB 108.- "Y aunque no es muy mayor, su nombre sólo suena a la gente mayor". MB 152.- "que tanto avejenta a las viejas".
MB 154.- "La dignidad lo ha hecho dignificarse". MB 191.- "...y la barrieron los barrenderos". MB 202.- "una novia... se vistió de novia".
MB 221.- "sospechar la sospecha del otro" [...] "...si sospechaba y yo sospechaba".
MB 222.- "Una joven tan joven". MB 222.- "Sentada en los asientos". MB 240.- "en ese tramo del tramo" MB 278.- "El que cuenta suele saber explicar bien las cosas y sabe explicarse". MB 283.- "de vuelta en la suya con un calmante pasó por la suya". MB 285.- "No le pregunté si preguntó".
MB 288.- "nada más llegar a donde he llegado". MB 288.- "no tenía ni idea de esto, jamás me habló de esto".

MB 322.- "al saber lo que supo". MB 325.- "dejé que el contestador contestara".
MB 336.- "que la carne tira mucho mientras sigue tirando". MB 337.- "pensé con el pensamiento del encantamiento". MB 342.- "... pero hoy de viaje, el viaje pagado y obligada al viaje".

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