El aporte de la cultura al PIB
PaulinaUrrutia
Ministra Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes


Con gran interés, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes se ha preocupado de cuantificar
el aporte de la cultura al Producto Interno Bruto de Chile. Esto, que se grafica en el informe
Antecedentes para la Construcción de una Cuenta Satélite de Cultura en Chile, nos revela que
la cultura (considerando sólo aquellas artes que constituyen industria, es decir, los sectores
audiovisual, música y libros) aporta un 1,3% del PIB, lo que grafica la dimensión que comienza
a cobrar la cultura en nuestro país y lo importante de su medición.
Esta estimación es significativa si la comparamos con otros sectores en el Valor Agregado
Nacional para el año 2005. Por ejemplo, el sector de la pesca cuyo valor es del 1,02%, la
agricultura 0,66% y el sector textil con un 0,78%. Este primer estimado, además, permite
establecer comparaciones a nivel mundial, demostrando que vamos en la dirección correcta
para alcanzar las proyecciones de naciones como Francia (2,8%), Australia (3,10%), Estados
Unidos (3,3%) y Canadá (3,5%). ¿Por qué medir económicamente la cultura en Chile?

En primer lugar, es significativo tener cifras preliminares de un sector que es estudiado y
cuantificado en la mayor parte de los países desarrollados, incluyendo a los más importantes
dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), organismo
al cual Chile ingresará próximamente.

En segundo lugar, porque entender la perspectiva económica de la cultura permite incorporar
otra dimensión a su gran aporte en el desarrollo de nuestro país, no limitando su lugar en
términos de calidad de vida, de enriquecimiento personal, de otorgar un sentido de pertenencia,
entre muchas otras dimensiones humanas y sociales. También ayuda a comprender que la
cultura da empleo a personas, permite el desarrollo de pequeñas y medianas empresas,
entrega productos que generan beneficios a una larga cadena productiva donde participan
artistas, gestores, diseñadores, publicistas, distribuidores, entre muchos otros.

Entender que la cultura aporta a la economía nacional es tomar pleno conocimiento de la
importancia del desarrollo de este ámbito para los países que aspiran a tener mejores
estándares de vida. Lo hemos observado en ciudades de todo el mundo que gracias a
festivales de cine o de teatro, por ejemplo, han logrado dinamizar las economías locales.

Sabemos que existen sub - sectores, como el editorial, en países como España e Inglaterra
que dan empleo a miles de personas y reditúan beneficios significativos a sus economías.
Observamos que industrias como la del cine o el sector audiovisual dan un nuevo impulso a
sectores antes inexistentes o deprimidos en países como México o Brasil.

Es por estas razones y para entender que la cultura tiene múltiples dimensiones significativas
para el país, que tomamos cada vez más conciencia de lo relevante de la inversión del Estado,
de la empresa privada y de los individuos en el sector.

La cultura y sus industrias derivadas son consideradas prioritarias en otros países que
entienden que además de los alcances éticos y socioculturales, también tienen un significativo
impacto para potenciar la imagen país, atraer inversiones, generar empresas, dar valor
agregado a otros productos entre múltiples efectos benéficos que aportan a la economía. Por
eso, conocer una medición económica de la cultura demuestra que la dirección en la que va
Chile, atendiendo su cultura y sabiendo potenciarla invirtiendo en ella, es la correcta. La cultura
genera empleo, permite el desarrollo de empresas pequeñas y medianas, y entrega productos
que entregan beneficios a una larga cadena productiva de artistas, gestores, diseñadores,
publicistas y distribuidores, entre otros”.